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Todo tenía apariencia de ser completamente legal. Empresas que importaban contenedores desde Colombia hasta España. Entraban por el Puerto de Málaga y, desde ahí, eran transportados hasta una nave en Alhaurín de la Torre, que es donde se ha descubierto que nada era lo que aparentaba. Las autoridades sospechaban que el negocio no estaba vinculado con la fruta, sino más bien con el narcotráfico. Y su instinto no ha fallado, ya que en un registro realizado en las instalaciones malagueñas se han encontrado 750 kilos de cocaína ocultos entre piñas tropicales.
Se trata del resultado de una operación conjunta de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, que comenzó en el pasado mes de julio, cuando los agentes recibieron informaciones procedentes de diferentes organizaciones internacionales, como la policía colombiana. En ellas se alertaba sobre la llegada al Puerto de Málaga de un contenedor procedente del país sudamericano que iba cargado con mercancía legal -sustrato de coco- entre la que presuntamente se ocultaba cocaína.
Las pesquisas permitieron a los agentes averiguar que la organización contaba con una red logística que incluía distintos puntos de introducción y distribución de mercancía. Asimismo, constataron que tanto la empresa importadora desde España, como las personas vinculadas a ella, tenían un amplio historial relacionado con el tráfico de drogas.
Rutas de prueba
A finales de julio, el contendor llegó al Puerto de Málaga, aunque no fue hasta 20 días más tarde cuando los miembros de la organización lo recogieron y lo trasladaron hasta una nave que habían alquilado en Alhaurín de la Torre. En la fachada de las instalaciones habían colgado un cartel en el que constaban datos ficticios de una empresa, ya que ni el nombre, ni el NIF, ni el teléfono figuraban en ningún banco de datos oficial.
Los movimientos continuaron en agosto. Entonces los agentes observaron cómo la mercancía era de nuevo cargada y transportada hasta un vertedero de la localidad murciana de Molina de Segura, donde los investigados abandonaron el sustrato de coco importado.
Esta misma operación se volvió a repetir a mediados de septiembre tras la llegada de otro contenedor a Málaga. En esta ocasión, el sustrato de coco no pasó por la nave de Alhaurín de la Torre, sino que fue directamente transportado desde el puerto hasta Murcia. Fue gracias a este movimiento como los investigadores se dieron cuenta de que la organización estaba realizando pruebas para comprobar la viabilidad de de la ruta para introducir posteriormente sustancias estupefacientes.
Intervención en Alhaurín de la Torre
La vigilancia que se llevaba a cabo sobre la nave de Alhaurín de la Torre permitió a los agentes observar cómo, a principios de noviembre, unos operarios manipulaban el contenido de unas cajas cuya mercancía parecían ser piñas tropicales. Rápidamente se estableció un dispositivo conjunto con el que se comprobó que, además de la fruta había numerosas bolsas de color negro que contenían paquetes de clorhidrato de cocaína.
El dispositivo finalizó con la intervención de 638 bultos que arrojaron un peso total de 747,60 kilos de la citada sustancia estupefaciente. En esta actuación, los agentes detuvieron a un individuo –con un amplio historial delictivo- que se encontraba extrayendo los paquetes de las piñas, así como al camionero que había transportado la mercancía hasta la nave. Sin embargo, un tercer sospechoso logró huir y, actualmente, se encuentra en busca y captura.
Habían constituido varias sociedades
En una segunda fase de la operación, se procedió al arresto de los administradores y gestores de las sociedades instrumentales que utilizaba la organización para introducir la cocaína en España. Asimismo, se solicitó una orden internacional de detención de una tercera persona implicada.
Por su parte, la investigación patrimonial realizada permitió identificar los bienes y ganancias procedentes de la actividad delictiva, pese al intento de ocultación de estos bienes por parte de los implicados, según han informado desde la Policía Nacional.
También se realizaron tres registros en la Comunidad Valenciana, fruto de los cuales se intervinieron más de 35.000 euros en efectivo. Los agentes localizaron asimismo numerosa documentación, cuyo análisis podría acreditar la existencia de otros posibles delitos cometidos por la organización desarticulada, como el blanqueo de capitales.
Hasta el momento, los agentes han detenido a cinco personas -dos ciudadanos españoles, dos italianos y una mujer de nacionalidad rumana-, si bien no se descartan futuras detenciones, siempre según han asegurado las mismas fuentes.
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